Alquilar una furgoneta es la opción más socorrida para hacer una mudanza, comprar unos muebles, vaciar un local… El mercado ofrece bastantes furgonetas que pueden conducirse con un permiso de la clase B (aquellas con una MMA inferior a 3.500 kg), y su manejo no difiere en lo sustancial del de cualquier turismo.
Qué tener en cuenta antes de alquilar una furgoneta
Hay una serie de normativas que afectan específicamente a las furgonetas, y es muy importante tener claro cómo colocar la carga para que no se convierta en un peligro mortal en caso de frenazo o accidente. El siguiente vídeo de DGT lo explica muy bien:
Por lo que se refiere a los límites de velocidad, y de cara a planificar correctamente nuestros desplazamientos, es importante conocer los límites de velocidad de las furgonetas, que en autovía y autopista no pueden circular a más de 90 km/h. Estos son los límites que afectan a las furgonetas en los diferentes tipos de vía:
Si la furgoneta está matriculada como vehículo mixto adaptable o en otra modalidad se le aplica un límite diferente, pero con carácter general las furgonetas de alquiler deberán ceñirse a los límites que se muestran en la imagen. Es muy importante tener esa información clara antes de firmar el contrato de alquiler, porque circular a 121 kilómetros por hora en autovía con una furgoneta supone una sanción de 300 euros que conlleva la retirada de dos puntos del carnet de conducir.
Los radares fijos se activan cuando una furgoneta supera los límites establecidos en función del tipo de vehículo, por lo que no es necesario que un radar móvil capte a la furgoneta para que su conductor sea sancionado en caso de exceso de velocidad.
La siniestralidad de las furgonetas, especialmente cuando el conductor es joven, es muy elevada, por lo que es aconsejable extremar las precauciones.