En las últimas semanas han llegado a las carreteras españolas algunas señales de tráfico nuevas, y la terminología resulta en ocasiones confusa. Veamos cuáles son las diferencias entre los radares de tramo y los tramos de velocidad controlada.
Radares de tramo
Los radares de tramo miden la velocidad media de todos los vehículos que circulan por un tramo de carretera dado. Es decir, los radares de tramo funcionan continuamente, y miden siempre la velocidad del vehículo en una distancia fija. Estos radares captan una imagen de todos los vehículos al comienzo y al final del tramo y calculan la velocidad media de cada vehículo, sancionando a aquellos que superen el límite fijado en ese tramo de vía. La señal que informa sobre la localización de un radar de tramo es la siguiente:
En la propia señal se informa de la longitud del tramo, que suele ser de entre 1 y 5 kilómetros. Los radares de tramo se sitúan generalmente en zonas de especial concentración de accidentes, con la finalidad de reducir uno de los principales factores de riesgo: los excesos de velocidad. Estos tramos incluyen túneles en autovía, en los que muchos conductores hacen caso omiso de las limitaciones de 90 o 100 km/h, provocando situaciones de riesgo para ellos mismos y para otros usuarios de la vía.
Tramos de velocidad controlada por radar móvil
Estos tramos tienen una señalización diferente, y no hay ningún radar de forma permanente. Es decir, en los tramos de velocidad controlada por radar móvil puede haber un radar, varios, o puede no haber ninguno. En estos tramos puede funcionar cualquiera de los diferentes radares móviles de los que dispone DGT: radares montados en vehículo, tanto estáticos como circulando, trípodes o los radares instalados en los helicópteros Pegasus. La señal más habitual en estos tramos tiene fondo naranja e informa de la longitud del tramo en la que podríamos encontrarnos el radar:
En algunas vías se está probando una señalización experimental, que combina señales de tráfico verticales y marcas viales verdes paralelas a la línea blanca de la carretera. Estas señales se han instalado a finales de 2016 en dos carreteras, en las provincias de León y Palencia. Durante 2017 podrían extenderse a otras carreteras.
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